jueves, 13 de agosto de 2009

Algunos peces de ciudad



Y maldigo a Jorge Isaacs, con todo y su María.

En fin. A unas horas del retiro, a probar suerte en otro espacio. Vamos a andar re-escribiendo las historias del Guerrero Vagabundo mientras nos dirigimos a Comala, a Salamanca, a México, hasta allá.

Terminaron oficialmente las clases, por cierto. Unos cuantos problemas economicos que vienen en puerta sobre los pagos de colegiatura, pero siendo el genio que soy terminaré por pasarme esto como si no existiera.

Aunque andar amenazando con bajas y reproches me parece obsoleto. Como si no me conocieran.

Ya hablando internamente, las materias pasaron apenas aunque aún me hace ruido unas calificaciones no entregadas. Pero al menos los trabajos finales fueron entregados.

Y solo quedan dos cuatrimestres.

Caramba, esto de los viajes al fuereño siempre pesan. Me molesta andar haciendo mochila, recopilando datos, revisando la cartera y viendo en que demonios voy a aprovechar tanto tiempo libre.

Por suerte esta vez iré acompañado y el viaje será mas ameno.

Ahora que... si bien el final de temporada de La vida moderna del Sombre concluirá este domingo, aún no se si esto de los finales alternativos sea bueno para el efecto mariposa.

Y si, lo sé, Sabina, se que no deberíamos tratar de regresar a esos mundos post-apocalipticos. Pero un hombre debe tener prioridades.

Ya regresando nos ponemos a correr, como dijo la tortuga.

Vacaciones, como el café, solo saben a desepción y madrugada. Me hace falta una bocanada de humo. Algo que venga de una boca de mujer.

Salud.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JA, y ahora piensas huir pues salvad al vérdugo D:

ya pues maldito compadre, aer cuando se le ve de nuevo por aka D: