martes, 22 de junio de 2010

La vida moderna del Sombre [Final de temporada]


Que decir. Si bien falta un dia para la salida y despedida; es mejor adelantar los hechos de que ya me voy, ya me fui y se acabó.

Hace unas semanas, el Gato me dijo que no podía considerarse un final de temporada si todo iba bien. Los finales de temporada resultan de algo inesperado que cambia los planes, pero que el principio de temporada trataba de arreglar ese desperfecto.

Y bueno, entonces pueso considerarlo efectivamente un final de ese calibre, por todo lo que ha pasado en estas semanas.

En estos días salí a caminar. Recordé que tenia que hacerme de turista por los lugares que significaron algo para mi.

Zapopan ya era un mundo diferente. El kiosko, el café y hasta los bares se veian diferentes. Pero la esquina de escaleras donde terminaba de leer Aura seguian ahi, intactas, casi inmaculadas.

No lo se, será como digo yo: "Cuando tu zona de trabajo te paresca ajena, distante y diferente; es hora de irse de ahi". Y dicho y hecho, la caminata duro lo que dura un tren de pasajeros. Me retire un poco entristecido de ver la decadencia de los años a cuestas.

El centro historico siempre se verá igual: Jodido. Así que no espero nada mas de ello. Sin embargo, saludar a Beatriz Hernandez es un gusto. Fundadora y agente de caseta; cuidando las calles que dan al Degollado.

Las mañanas son las mejores para visitarla; porque la gente camina sin prisas y sin la desesperacion de correr a casa o al trabajo. Se ve calma en un mundo caotico. Es cuando existe normalidad en esa pequeña esquina del mundo.

Pasé por mi antigua casa tambien. Algo derruida.

Fue mas la presion que la nostalgia. Fue mas el coraje de verla algo cansada que el de verla algo vieja. Me di una ultima vuelta por la rutina hacia el camión. Y hasta visité la plaza que mas consideré mia.

Esa que solo le faltaba un cine para ser perfecta. Con todas sus posibilidades y su modestia aparte.

Entonces escribí. Notas. O dibujé, pequeños bocetos. Miraba el rostro de quien me hace sonreír; y lei estrofas de las letras que me decian que el Guerrero Vagabundo no ha muerto aún.

La avalancha de ideas me persigue pero no tengo tiempo para ser sacudido por ellas. Demasiadas cosas que hacer y poco tiempo.

Cuando por fin llegué al bar (me refiero a las miles de veces que llegué); la primera pista que me daban para la conclusión exacta de que era un final de temporada, es la conversacion dictada con Luis; que, a culpa del proximo imposible cierre del bar, no podría ser capaz de llevarme a Puebla.

Eso significaba un viaje solo, de noche y con cajas encima a un nuevo mundo.

El precio es lo de menos. Y por suerte, convencí a la novia de que me fuera a esperar. Lo que me alegró mucho la anterior noticia.

No es lo mismo llegar solo, a que te esten esperando. Sencillamente es mil veces mejor ver a una linda persona deteniendose frente a mi y dandome la bienvenida, que con las aguas de lluvia encima.

Otra cuestion fue la del dinero. Que ha estado como balanza.

El prestamo de unas semanas me ayudó a que el bar me sirviera de banco y no gastara nada. Pero ahora parece un banco con todo el don de la palabra, porque es una retenida de dinero y desgraciadamente el finiquito llegará mas tarde de lo que esperaba.

Y eso que ya contaba con ese dinero. En fin.

Por fortuna he cerrado ciclos con las amistades. Me despedi apropiadamente, festejamos y hasta nos fumamos un puro entre algunos.

Ni que decir, los extrañaré. Pero el chiste de la aventura es añadir elementos a la agenda, y no alreves. Se que seguiran aqui siempre, y que sus buenos deseos son los que me haran seguir adelante, junto con el apoyo de mi chica.

Y no, no olvidaré las experiencias. Las salidas nocturnas con pintas de hitchhicker. Los recorridos de bosque con esqueletos sobre el suelo. Las escapadas academicas por un trago de algo que aun no conocía. Las salidas por un cafe donde se enfriaba mas rapido ese elixir que la conversacion.

Haciendo un parentesis, ahora recordé que mencioné el final del Changos Bar. Punto aparte del cual es final de temporada.

Mi ultimo dia de trabajo sucedió el jueves, y desde ese día, incluso desde antes, el destino de esa terraza a estado en completa incertidumbre. Sobretodo con problemas de posecion, de deudas y de pagarés.

Triste que un proyecto asi tenga que terminar tan mal. Tanto que no se pueda uno ni relajar.

Incluso ayer, que fui por mi ultimo pago, atendí mi ultima mesa y cobré la otra final. Y con eso se cerró esa etapa. No solo de trabajar ahi, sino de trabajar en bares, donde uno se cansa mas de lo que debería.

Cansarse. Curiosa expresion.

Algo de lo que tambien me tiene preocupado ultimamente es mi distraido elemento de no poder pasar ni un dia, aunque sea, platicando con la novia.

Dos semanas y solo hemos hablado escasamente. Razon obvia para saber que no estoy siendo un buen novio; y ella que me ha dado mucha paciencia.

De semanas a hoy, todo lo que digo parece estar mal. Y no lo dudo. No tengo excusas perecederas para lo que es ausentar la llamada, ausentar el mensaje o ausentar la conversacion.

Lo peor es malinterpetar. Porque entonces se que soy un desastre y mis disculpas vales un carajo.

Pero bueno, yo espero que me perdone, me disculpe y de nuevo me sonría. Porque soy un ladrón de sonrisas y esa es la que mas me gusta de botín.

Prosigamos. Así como las maletas han proseguido y ya estan listas. Así como las cajas estan cerradas y solo falta boleto, paga y au revoir.

No tengo miedo. No le temo a lo que viene. Tampoco dudo de lo que fuese, eso ni hablar. Tengo a gente que me apoya, y tengo a mi personita-gente que me espera allá, en una estación de camión.

Me voy con mis libros, con mis pieles, con mi pedazo de mundo. Me voy enamorado. Muy enamorado. Me voy aventurero, trotamundos, aguerrido.

Me voy con el alza de manos detras de mi. Me voy con un beso esperando allá. Me voy con el coraje y la paciencia, con la alegría desbordada.

Me voy con un final de temporada inusual, pero con un comienzo de una nueva espectacular.

Y ahora si que lo hice... a mi manera.

Salud, y buenas noches, Guadalajara. Salud a los amigos, a la familia y los lugares.

Salud a la novia, a las nuevas amistades, a la responsabilidad.

Salud, que el Sombre ha salido del edificio.

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