jueves, 30 de abril de 2009

Holocausto Bitácora


Bueno, este es el quinto dia del aislamiento sanitario infundido por lo que la Influenza significa (o quiere significar, porque el muy chingón hasta gusta de cambiar su nombre, de porcino a humano) y parece extraño todavía ver las calles un tanto solas, con alguna que otra alma de quijada blanca caminando por la acera, evitando constantemente el contacto humano.

(Algo que ahora resulta que todos son Sombrerín. Que caray)

Y no es que yo haya caído en las trampas de la paranoia y la esquizofrénia, para nada, los que me conocen de todo el blog deben saber de mi reputación antisocial, un demasiado literato, que me obliga por gusto a quedarme encerrado, mirando atraves de la ventana de mi computador, burlandome de los mas ineptos.

Aunque no por ello es se deba evitar el increible analizar de los casos de locura social que hasta parecen ser grandes pinturas de Dalí, o criticas perfecta del maestro Buñuel.

Todo está demasiado surrealista en México, mas de lo normal.

Futbol profesional sin aficionados a cascarita, rostros de mandíbula blanca, avenidas abandonadas a la suerte de sus negocios, transportes urbanos destoxicados y el crimen organizado a media tregua de violencia (o quizá solo cuarentena de los mismos, paranoicos tambien). Que va, es casi una purga.

Mientras la pandemia psicologica se calma, yo he terminado de leerme Monster, una novela grafica japonesa de conspiración, politica, asesinato y persecución (si, lo sé, la ironía de un plan de destrucción politica también me asustó) y despues de terminar un par de cuentos mas (el Circulo Alacrán y otro aun sin nombre) comenzaré finalmente con mi novela.

Articulos de criminología, libros de psicología y criminalistica, novelas policiales, testimonios de expertos, encuestas... creo que estoy listo, realmente.

Agarrense, que el Demonio Blanco a comenzado.

Y tengo demasiado tiempo libre para terminarlo.

Salud.

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