martes, 8 de septiembre de 2009

El hombre del efecto mariposa


Ahora que vuelven las memorias, los recuerdos del pasado y el incierto de un mundo que creía ya olvidado; no puedo evitar pensar en lo que tendría en el presente y quizá lo que venga en el futuro si no hubiera provocado ciertos eventos.

Así mismo, como el aleteo de una mariposa que puede crear maremotos al otro lado de la tierra.

¿Que pasaría si la otra Patricia me hubiera aceptado aquella cita? ¿Que pasaría si nunca le hubiera dicho a la verdadera que la quería? ¿Que hubiera pasado si hubieramos seguido? ¿Que hubiera pasado si no hubiera ido hasta hace poco a La Ciudad de las Plumas al arrebato?

Todo hubiera sido diferente, claro que si. De formas de dimension desconocida.

Quiza no hubiera mejorado mi literatura.

Puede sonar extremista, pero mi literatura fue nutriendose del caos y la desgracia. El romanticismo murió a principios del siglo XX y desde ahí solo abstractos y surrealismos subjetivos de un mundo en decadencia.

Y no lo digo solo por mi. Solo hace falta leer a Juan Rulfo o a mi heroe Julio Cortazar para darse cuenta de ello.

Entonces leer lo que me escribía hace dos, tres años, no tiene nada que ver con lo que ahora tengo. No me sentiría orgulloso de lo que tanto he trabajado.

No existiría Mas allá del trapecio dorado, o Ruleta rusa, o Yo también detesto a Bogart (que de cierta forma fue un tanto de critica al romanticismo que el cine aprovechó hasta mediados del siglo pasado).

Fuera de eso quizá tambien me hubiera convertido en un optimista positivista al extremo. Algo que muchos considerarían bueno pero que tambien muchos aprovecharían la condición.

Y uno ya está muy viejo para esas pendejadas.

Carlos y yo estuvimos hace menos de un mes recapitulando conversaciones e historias de antaño. Algo así como servirse otro escocés en las rocas, terminarse la cuarta cajetilla de cigarros y platicar de los tiempos mejores, pero que también tenían que suceder a la larga.

Pero seguimos soñadores. Aún tenemos en cuenta los proximos mejores tiempos donde ya solo sea escribir y terminar proyectos.

Aún así, el recuento de daños ayuda a concretarse.

Solo hace falta pensar en las proximas novelas, en los tantos cuentos más.

En La leyenda del Guerrero Vagabundo, Pa'l Sur, ¿Donde está Denisse?, El Demonio Blanco, Los quince viajes de Manuel Solero entre otros tantos que seguramente serán exitos de la literatura personal.

Mientras tanto no tengo nada que envidiarle a toda esa teoría del caos.

Y claro, ni al aleteo de una mariposa.

Salud.

1 comentario:

Mikoron ♥ Macchiato dijo...

Sentarse a hablar de lo que paso, lo que podria haber pasado y lo que pasará es una de mis actividades preferidas. No mas que imaginarme las historias de la gente que veo en las calles xD

Y escribís mejor que nunca :D