Me cuesta creer, y no es que sea racista, que Obama haya ganado la candidatura a presidente del partido Democrata. Cuesta creer, porque E.U. es y sigue siendo uno de los mas grandes racistas de entre los paises, y que haya vencido a Hillary (que aun siendo mujer es rubia, rubia, y blanca, blanca) en una aplastante derrota (si mal no recuerdo, fueron por 100, 000 votos, mas o menos, en contra) resulta increible.
Ahora solo queda esperar a ver si el pueblo estadounidense (porque no me gusta decir norteamericano, y americano mucho menos) está al nivel cultural como para aceptar a un prsidente de color. Ya veremos, diria McCain.
Ahora que el sabado, vaya, eso si me cuesta creer. No es que sea antisocial o arrogante, ya lo he dicho antes, pero es que no soporto a cierta gente, ni a la estupidez de esta. Y ahora que se me presentan con todo y nombre, y me hacen invitaciones a sabe Dios (y miren que soy agnostico) que lugares concurridos, me siento intimidado y a la vez asqueado. Cuesta creer, porque solo en circunstancias especiales es cuando a uno lo toman en cuenta. Y yo no quiero ser manzana de la discordia por una chilanga, che.
Y ha empezado a llover. Tambien eso me cuesta creerlo, pero ya empezaron los torrenciales. Y me ha tocado hacerle de buzo el fin de semana, y rescatar las mesas y sillas de entre los rios fríos. Al menos me sento refrescado, eso que ni que. Segun el servicio meteorologico de la NASA (que desde hace poco cumple ya 50 años. ¡Feliz cumpleaños, trotamundos del espacio!) de los siguientes cinco dias, cuatro ya estan apartados para las lluvias.
Ya nos tocaba, pos'.
Lo que ya no me cuesta nada creer, es la codicia que la gente puede tener. Y es que no hablo de evitarle una limosna a un musico en el camión. Pero tenerle mas cuidado a tus clientes y a tu establecimiento (mas por situacion monetaria que por alguna otra cosa) que a tus propios empleados. Bueno, como dice el folclor mexicano (que bonita lengua, si 'ñor) "Eso es no tener madre." Y si la tiene, pues pobrecita.
Ya mas adelante me hare el digno y haré saber diez puntos de como tratar bien a un empleado.
Y estaba paseando el sabado por Plaza Patria. Con mi prima, la eterna ecofan. Y a esto, me pregunto si aquella avecilla, y el perro blanco de la noche, estaran bien.
Al diablo, escuchando a Ottmar Liebert, todo mundo me importa un carajo.
Salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario