miércoles, 15 de octubre de 2008

Au revoir, amour ! (IV)


Odio las historias de amor. Vaya que si.

Y pueden decir que soy un paranoico, esquisofrenico. Lo sé.

Pero simplemente no puedo pensar en algo que mas odie que toda esa enciclopedia de sentimentalismo.

No me malinterpreten, pero como ciertamente muchos han notado a lo largo de este blog, estoy bastante en contra de ideas moralistas y conservadoras, estandares sociales y catalogación inmediata de los medios en contra de uno.

El amor es un eslabón importante para la economía y la estabilidad de una nación. Permite controlar a la gente por miedo del cariño, la dependencia y la lujuria. La television solo habla de ello, en todos sus canales, para todas sus audiencias.

Y creo que lo que mas detesto de todo esto es que utilizen las artes como excusa patetica para manipular a la gente. Me da asco la literatura, el comic, la musica, el cine, y en general todo el arte cuya tematica tenga que ver siempre con el amor y el romance.

Mas que hablando politicamente, me parece increible que todo paresca ser tan facil en estos cuantos mundos de la imaginacion humana. Una persona no encuentra al amor de su vida a los 16 años. Las chicas no son dulces, cariñosas, simpaticas, inteligentes, tiernamente irritables y bellas en un solo paquete. Los hombres ya no ganan puntos por ser caballeros, la moda esta en quien puede golpear y en quien puede recibir el golpe. Las bellas conversaciones estan de luto. Los sencillos detalles de la conquista yacen tristes en el siglo XIX. Y todo el hipocrita mundo aún se ilusiona con historias que podrias ser factibles, rentables, creibles, pero que por sus estupidos arrebatos imprescindibles nunca podran ser.

Detesto tanto las historias de amor.

Las odio tanto.

Y sin embargo... parece ser que no puedo evitar leerlos/mirarlos/observarlos.

Quizá es que encuentro fascinante la estructura psicologica de los personajes.

Quiza es que me parecen los mas perfectos cuentos de hadas. Fantasticos e irreales.

O quizá, solo quizá, es que, muy en el fondo, todavía existe ese J.P. romantico y empedernido, el triste fugitivo, el gato que de noche va buscando gatita; dormido, profundamente.

Pero que se yo.

Salud.

PD: Mando al Diablo a quien me compita lo contrario. Es mi Delirium Tremens, despues de todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como ya te habia dicho en el comentario anterior (el cual tu porqueria blogger me borro).

Habia leido mejores criticas hacia el amor, mas frias e indiferentes, pero cae en la duda, si son tan despreciables para usted. por que sigue dedicandole entradas?

Quizas, y lo repito -lo has mencionado mucho en esta entrada- necesitas dejar de mirar ese manga (pastel).

Saludos! [http://lord-crimson.livejournal.com/]

Diego Guerrero dijo...

Estoy completamente de acuerdo compadre.

No sé, el amor tiene algo... Ese "sí con no", esa contradicción y tautología a la vez. Es horrible. Es y no es.

Anónimo dijo...

depende de como lo veas pero hoy en dia no solo son las mujeres sin oque tambien los hombres y ahora solo nos dedicamos a disfrazar el amor por el hecho de tener que hacer y que te dan mas sin embargo no cabe duda que los hombres al igual que las mujeres son tan iguales