domingo, 24 de enero de 2010

Por una buena cabañuela (2° Parte)


Despues de un breve receso regresamos.

Han sido unas semanas agitadas. Con los recuerdos del viaje y el trabajo a flor de piel, asi como los regresos a clases y el ocio de arrebato.

Antes que nada, terminaremos el estudio de las cabañuelas, día por día.

Como habiamos dicho, el dia uno y dos ya ha quedado especificado.

El 3 de Enero fue un dia agradable. Desayuno, café y paseo con Patricia. Entre el recuento de daños y los besos, dice, como habia hablado antes, que estaré con ella en su cumpleaños.

Aunque no es algo que necesite saber por cabañuelas. Es un hecho.

El 4, 5, 6 y 7 de Enero igual. Fue una semana interesante. Pude decirle que la amaba y fortalecimos la relacion. Lo interesante es saber que ahora podemos hablar las cosas, pelearnos, reconciliarnos y reirnos un poco de ambos sin saber que hay un peso tras la moneda.

Es como dice Sabina: "Llevar serenata a los cementerios, muriendonos de risa, muriendonos de risa..."

El regreso fue una mezcla de cerveza y Penelope. Una tarde solitaria de recorrer las calles de Puebla con la mirada al frente y la cajetilla vacía. Por la mañana si. Desayuno, televisión, videojuegos y juegos de boca. Pero el exilio tiene cara de tristeza y aunque me fui solo, supe que era eso lo mejor.

Ce' finit. Al menos se que estaré con Patricia en mi cumpleaños.

El dia 8 trabajé (¿Será acaso una posible premonición de empleo para agosto?), solo medio turno porque tenía antojo de una cerveza y de no pensar en que volví.

Todo eso de la Ruleta Rusa.

El dia 9 trabajé de nuevo, un dia mas despejado y con mas posibilidades. De mensajes con Patricia, bebidas recorriendo los pasillos y las constantes discusiones con los señores patrones que no terminan por convencerme de que si, hay que mejorar el negocio.

El dia 10 de Enero otro vuelco de trabajo. Once y doce descanso, juegos de video y nada de escuela, por lo que asumo que este año si salgo.

Y eso espero, porque vivir en Puebla es cada vez un hecho comprobable que no termina de consolidarse. Ya hay planes de vivenda, de trabajo, de estudios. Ya hay planes de literatura, de mascotas y de comidas al dia.

Planes que parecen extremistas, pero que se ven de una manera mas racional.

Y bueno, las cabañuelas pueden ser un invento, un juego de niños. Las cabañuelas de hecho son en gran parte meramente meteorologicas, pero es agradable deducir hechos atraves de tradiciones sociales.

El año se viene con trabajo, con Patricia, con cumpleaños, con escuela, con amigos, con familia y con mucha carrera contra el tiempo.

Pero al final, parece ser que la segunda decada de este milenio tiene buena pinta.

Salud y buen día.

1 comentario:

Diego G dijo...

Salud compadre! Parece que pasó un buen enero! Suena muy bien jaja.