jueves, 21 de agosto de 2008

Antes de Hong Kong


Las ultimas semanas de clase siempre vienen acompañadas de problemas, presiones, desepciones y en algunos casos sorpresa y alegría. Este no es el caso para las ultimas dos, pues recurriendo a mis maestros me encontré con la ingrata invitación a dos extraordinarios (hasta ahora son los oficiales, pero por ahi se acerca un tercero) cuyo precio cae entre los 200 pesos mexicanos por cada uno de ellos.

No me preocupa el examen en si, sino el dinero a gastar. Simplemente el fin de semana pasado en el Stage Club, me fui con 580 pesos en la bolsa, o 500 si descontamos camiones y el taxi del viernes. Y si ponemos que son tres extraordinarios, el resultado no parece grato.

Ademas de eso, con todos los problemas sufridos y por sufrir en la producción de Fauso, debo a producción la cantidad de 140 pesos. Dinero que no tengo en estos momentos y que ya me demandan urgenemente para mañana. Y todo por un estupido voltimetro.

Fuera del doloroso mundo academico, el mundo laboral no parece favorecerme. Como dije, el dinero que logré recaudar fue practicamente escaso, o igual, comparandolo con un fin de semana en el Chambimbe.

No me arrepiento de haberme ido de ahi, pero me arrepiento de no haber buscado otro trabajo algo mas redituable. Es un ambiente donde debes, forzosamente, ser amigo de tus compañeros para generar ingresos, pues son ellos los que te pagan, no precisamente el cliente o la gerencia (que sin embargo me prometieron 50 pesos diarios. ¡Hurra!). Ademas, esta el factor del doble trabajo. Cada dia parece ser mas pesado que el anterior, y el dinero no anima mucho para el buen consentimiento.

Finalmente, un antro no es mi ambiente. Me siento realmente incomodo entre sudores, olores y sabores no gratos. Pero mientras no tenga otro trabajo, seguiré ahí.

Que hacerle.

Como dato extra, mi padre lo han mandado por dos semanas en un viaje de negocios a China. Hong Kong, para ser exactos.

Realmente se resiente cuando un ser querido se va lejos, aunque sea por escaso tiempo.

Le deseo un buen viaje.

Mientras tanto aqui, en la residencial Guanatos Hill, seguiremos en contacto. Y yo intentaré decifrar como es que todavía existe gente que cree que es necesario hacer una fiesta descabellada por una medalla de oro, cuando no se tiene realmente un motivo decente.

Salud.

2 comentarios:

Diego Guerrero dijo...

Siempre recordaré la anecdota de mi profesor de matemática, quien se burlaba cuando vivía en Cuba por como se celebraba la victoria de un equipo.

"Ganamos! Ganamos", a él le parecía ridículo, a fin de cuentas no ganaba el país; ganaba el equipo que se había esforzado. Es igual con los deportistas olímpicos, son ellos quienes han trabajado duro, no el resto del país que, cual estúpidos, vaguean día a día sin buscar más y se conforman con el menor premio.

Si vieses que mi gobierno tomó estas olimpiadas para hacer política "Oro para la revolución" dice hasta en el metro. Y ya veré a Chávez dándole besos y abrazos y brindándole todas las delicias del mundo a la taekwandista que ganó el bronce, eso con el dinero del país.

Bueno, en mi país se vive mucho el populismo.

De cualquier forma, yo me alegro por la victoria del deportista, los felicito pues es el premio a sus esfuerzos; pero en las Olimpiadas no hay naciones, es el logro individual o grupal de cada uno de los participantes, no del resto de webones que ven la vaina por una tv.

Espero tu padre disfrute Hong Kong.

Saludos!

OracleSilver dijo...

Genial, Hong Kong, dile que me traiga unos libros (escasos aqui)

Pues si, como decirte que aqui las olimpiadas no son la gran cosa, es mas, ni sponsors consiguieron los muchachos que participaron, los competidores se pagaron gran parte y consiguieron sponsor del exterior (que triste).

Pero objeto en el hecho de que a las Olimpiadas no van naciones, sino deportistas; ya que esos deportistas van para representar a su gente, y como apoyo esa gente les festeja su bien merecida victoria(o sin victoria, igualmente su esfuerzo).
Es por eso que este evento tiene tanta importancia para muchas personas.
Vamos, que a cualquiera le gusta ser ovacionado(además de llevarse alguna que otra medalla).


Saludos hat, y mas que fortuna, te deseo una pronta recuperacion de ese status cansino que pareces tener.