domingo, 20 de mayo de 2012

Cuatro años con hipo


A pesar de que estos últimos dos años el blog a estado un poco abandonado, no debemos dejar de lado que el 20 de Mayo se cumplieron 4 años de existencia del mismo.

Tristemente no recuerdo el 20 de Mayo, domingo y que por excelencia es un día especial para mi. Recuerdo la presión, el estrés y la incertidumbre. Recuerdo la falta de dinero, el hambre ligero y los libros en el estante; pero paso a paso del día no puedo recordarlo.

¿Será la senilidad? O la vida adulta me acaba de golpear directamente en el rostro y sufro de un lapsus de amnesia accidental.

Sea lo que sea el blog cumple cuatro años siendo la bitácora personal de este escritor en proceso.

Desde el tiempo en que, solitario y amargado, caminaba por las calles abandonado a mi suerte y bebiendo para no pensar en el corazón; hasta los días de arraigo domiciliario, las visitas al oriente, los trabajos procesados, las reuniones con el círculo escorpión y las noches de desvelo.

Leo la primera época del blog y veo a un muchacho triste y desesperado. Frustrado, enojado y deprimido. Veo a un muchacho que cometió muchos errores, muchos tropiezos y muchos pesares. En momentos me da vergüenza pensar en que ese muchacho, ese pobre diablo de primera instancia, había sido yo y no me reconozco. Otra vez la amnesia accidentada.

En medio de un repaso por los aniversarios, pienso en María y en Santa. Este año, si no me equivoco de fechas, la dama literata fue Eugenie Grandet, de Honoré de Balzac. Fue en casa, con café pero sin salidas al mundo. Sin paquetes de cigarro pero si con un tabaco ocasional y meditabundo. ¿Acaso todo esto hace ver que fui en algún tiempo un romanticista trágico? ¿O después un realista de buenas intenciones? ¿O, como ahora, sólo un ilusivo hombrecito de gusto por la nostalgia del pasado?

No recuerdo el 20 de Mayo. Recuerdo la falta de trabajo (curiosamente es esa ausencia de labores la que caracteriza el pasar por el 20 de Mayo), recuerdo caminar sólo y después, a los tres años de blog, ya decir orgullosamente que había encontrado la felicidad en un beso del otro lado del mapa.

Ya no era mi andador 20 de Noviembre, altar de los aniversarios. Era el Barrio del Artista, en Puebla. Y las calles oriente, las calles poniente, las del norte y las del sur. Sin café, pero con una buena compañía. Y fue en ese entonces, al cumplirse tres años del blog, que supe que esta página debía continuar a pesar de los pesares. Que debía ser una recapitulación de mis males y mis derrotas; pero también de mis éxitos y victorias.

Han pasado cuatro años. Con estos últimos dos las cosas han ido alentandose en este lugar de reconciliación. Pero seguiré informando por años y años, hasta que los dedos me prohiban hacer lo contrario  y pierda toda razón de mi existencia física.

Coloco esto con fecha del 20 de Mayo, pero también con fecha del 9 de Julio, pues no quiero que se pierda esa línea de tiempo. Ese pequeño pedacito de mundo llamado La vida moderna del Sombre.

Salud.

No hay comentarios: