sábado, 15 de noviembre de 2008

De jazz, teatro y noches de ciudad


El matadero
no es otra cosa que un ataque constante al intelecto humano que sorprendentemente funciona, aunque de manera bastante parcial.

La gente aprendera de temas y reacciones humanas que debería haber aprendido desde hace siglos y que sin embargo aun tiene el desfortunio de ignorar estupidamente.

El matadero es eso. Una hora y media entre tres cuartos, seis actores y el constante golpeteo de un machete en el suelo, recordando violencias intrafamiliares, personales y de sociedad.

Nada nuevo que no se haya dicho antes, pero es asombrosa la respuesta inmediata del publico que catalogó la obra como: Estupenda.

Cuesta creer que solo atravez de seis jovenes, videos pornograficos, gritos, sangre y una cabeza de cerdo colgada en el umbral del pasillo la gente despierte del letargo de la ignorancia.

Aun cuando a los cinco dias regrese la monotonia intelectual al aburrido mundo de lo sintetico, artificial y aburrido.

Sigo prefiriendo caminar a solar por la noche en la ciudad, mientras Dave Brubeck me hace imaginar tocar el piano con su melodico Take Five.

Y lo unico que puedo rescatar de la obra fue la cerveza gratis, la pornografia, y la guapa pelirroja que nos deleito con su hermoso torso desnudo.

Salud por ella.

1 comentario:

Diego Guerrero dijo...

Uhm... guapa pelirroja con torso desnudo... cerveza gratis... suena bien.