viernes, 19 de febrero de 2010

Karma Shot


Ya lo saben, soy una persona poco supersticiosa. Casi nula.

Siempre he irrumpido en los cuentos de hadas con el machete racional.

Sin embargo, han acontecido hechos que parecieran mas una patada del mayor (porque seguramente esta enojado ya que no creo en él) que una serie de eventos desafortunados.

Si, si, como la película.

Primero que nada, el bar ha estado decayendo bastante. Entre el quebrar de una sociedad, las tensiones sugeridas, las desconfianzas y la envidia de terceros... la proxima desintegracion del local es proxima y solo espero que duren hasta junio para mi despedida.

A esto, las cuestiones son de maldiciones.

El bar tiene un no-se-que que que-se-yo que ha afectado mucho la vida de todos los que hemos estado ahi.

De formas inimaginables.

A todos nos han dado ganas de mandarlo todo al diablo y desistir.

A mi solo me motiva el hecho de que debo trabajar para tener el dinero necesario para ir a Puebla. A visita y enseguida mudanza.

Creí que a mi no me afectaría tales maldiciones, sin embargo, me dieron justo donde podía ser mas catastrofico.

Y ahora es mi vesícula la que tiene mi futuro en sus manos.

Porque si me han de operar es cuestion de reposo, de posponer viajes y ademas de otros traumas medicos que no voy a discutir con ustedes.

Por puro coraje.

Ademas de que podría afectar el proyecto del nuevo libro y la tesis sería recorrida.

Demonios.

No. Repito, no soy un hombre de supersticiones.

Se que puede ser una obviedad como mi alimentacion, mi forma de beber y mi desvelo lo que ocasionó mi mal. Se tambien que los demas problemas del bar son cuestiones realistas que tienen un porque claro y preciso.

Pero vamos, a veces es mas facil culpar a la mala suerte.

Ce' finit.

Salud.

PD: Mando al Diablo a quien me compita lo contrario. Es mi Delirium Tremens, despues de todo.

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