lunes, 12 de abril de 2010

Barflyismo y noches de la Banda


Para las diez de la noche del dia de jueves, la primera botella ya estaba llenando las primeras copas. El primer vinil ya estaba en el tocadiscos y un tango de antaño resonaba por todo el apartamento.

Milonga sentimental, Volver y Adios muchachos.

Allá en ese triste departamento en blanco, la noche se pintó de musica y conversaciones. Los temas no oscilaron. Politica, literatura y otras perverciones.

Nos acordamos de Paulette, de su nexo con Peña Nieto, su cortina de humo y el amarillismo del periodismo mexicano. Pasamos al que realmente valía la pena.

Hablamos de Cortazar, de la superacion literaria que tuvo sobre su maestro Borges. Hablamos del Realismo magico. El que vale la pena, el que Juan Rulfo hizo un arte con su lexico rural tan fluido y natural.

Pero ya estamos viejos. Nos hemos vuelto viejos con el tiempo y las botellas.

Hace un par de años podíamos beber hasta las seis de la mañana y dormir como se pudiese.

Hasta recuerdo lo que era estar borracho.

Sin embargo, ya estamos viejos. A las cuatro de la madrugada ya es hora de dormir. Acomodar sabanas, cobijas, bromear un poco y descansar.

Que el alcohol solo te ha mareado un poco y te pongas a imaginar que quizas nunca mas tendrás el don de embriagarte.

Algo que al final, puede que no sea tan malo, considerando ciertas conductas mias propias de un chimpance bajo esos efectos.

Al dia siguiente, despues de una caminara vespertina por el centro, cuestion de observacion y gusto, decidimos hacer un recorrido estilo Saltamontes.

Paseamos por el Maestranza, el Hotel Francés y las Tejas. Fuimos al Restaurante del Pacifico, al de la Plaza tapatía y a la Septima Luna. Que va, incluso fuimos a La Rumba y El viejo Oeste antes de finalizar en el Changos Bar.

Y si. En ese viaje si llegué al punto de ebullición.

Pero lo he tomado mas bien como despedida, porque como bien dije, los hombres debemos tener prioridades, y el vicio a pasado de largo.

Quedan las platicas. Y un mundo nuevo donde necesitaré estar en todos mis sentidos antes de cualquier hazaña de estupidez.

Así es como este diablo perdió demasiado en el pasado.

Salud.

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