Vamos pensando en verano

Me sorprende ver los días volviendo a una tranquilidad casi espeluznante.

No es que sea yo un paranoico, pero soy de esas victimas de la casualidad que son mandadas al carajo despues de una racha de buena suerte y felicidad integra y hasta sana (sana, quien lo diría).

Espero que esta gripe y todo lo que conlleva este virus sea paga suficiente por un buen rato.

Vamos, hay que tenerle un poco de respeto al muchacho, ya le toca.

En fin, sigo con la idea de que no existe la escuela. Es como un fantasma; y como tal, me mantego en una postura esceptica donde no creo en ella sino la veo y la compruebo.

Pero con cuatro dias de clases a la semana y un total de doce horas aproximadamente que me la paso ahí (si no contamos esos dias en que no se me da la gana ir y me voy a hacerme naufrago al centro de la ciudad o a sus consecuentes) es dificil comprobarle la existencia a ese CAAV.

Al menos la tesis sigue en pie y la muestra audiovisual es en un par de semanas...

Lo que si es que tengo mucho trabajo literario para estas fechas... tengo que entregar algo para el quince de julio, y así, consecutivamente, hasta octubre. Luego una pausa minima porque debo entregar el libro de cuentos del concurso de Juan José Arreola para Abril del 2010.

Así que practica no me faltará.

Sin embargo aun espero el final de temporada de La vida moderna del Sombre. Algo de entrar ya a trabajar, ganar un concurso, tramitar algunos papeles importantes para los embarques y curarme de esta maldita enfermedad que se está tomando lo del Karma muy en serio.

Bah, ya saben lo que dicen: "La mejor cura para un resfriado común es un tabaco y la necesidad de volverse loco."

Y por fin me terminé La metamorfosis de Kafka. Me costaba trabajo interesarme en esa novelita corta, pero no estuvo del todo mal.

Solo que le faltó valor para haberse convertido en otra cosa.

Salud.