Ruleta rusa. Segunda parte.

-Bueno... es que, es que ella es linda, simpatica, tierna, cariñosa, muy bonita, inteligente, risueña, coqueta, amable...

-Y tu eres Satanas.

-Gracias, eso me ayuda mucho.

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Parece irónico pensar que hace tres años estuve en la misma situacion que en la que estuve este fin de semana.

Parece curioso, la verdad, porque también en aquellos tiempos involucró un viaje al mar donde me senté a beber, a mirar las olas nocturnas y a pensar si realmente soy tal Satanas.

Eso si, ayudó demasiado con mi literatura (lo que me hace pensar que si realmente Alejandro Rossi tenía razón y la felicidad es una frivolidad de la memoria). Tuve oportunidad de terminar con la escaleta de La ciudad de lata y además terminar con la segunda parte de Ruleta Rusa, que vendría siendo la conclusión a la que llegué con mi situación de aventurero nostalgico.

Pueden ver ya las dos partes aquí: http://jpsombrerin.blogspot.com/2009/06/ruleta-rusa-i.html

En fin.

Estoy con la sospecha de que aquel viaje a quien-sabe-donde era una excusa más de intervencion familiar para que dejara yo el alcohol.

Claro que si ese era el plan, no deberían haberme llevado a un lugar donde había barra libre y alcohol gratis hasta las dos de la mañana.

Y si, se siente muy bien pedir un escocés en las rocas doble sin miedo a no saber que me aguarda (o mas bien que no me aguarda) en el bolsillo. Como dice Rossi (esta tarde citandolo mucho ya que acaba de morir hace algunos dias): "El whisky es una medicina disfrazada de alcohol".

De cierta forma eso entonces sirve.

Lo malo es ver a tanta gente saludable. Mil y un cuerpos y resulta increible no encontrar a alguien fumandose un cigarrillo al cual manipular para que me diera unos cuantos tantos más.

Esos lugares son cancer para mi.

No hay mucho que decir, Quien-sabe-donde se vuelve un infierno que no puede disfrutarse porque soy un canalla. Debería poder decirlo... pero hace ya tanto tiempo, hace ya tantos años...

En fin, ni hablar.

Salud.

NOTA PERSONAL: No beber antes de lo que parece ser un show travesti.

Las cosas se ponen aún mas absurdas e irreales.

Brr... me dió escalofríos.