En estos tiempos modernos, donde está de esperarse continuamente el deseo innato de la gente de ser cada vez mas ridícula y estúpida, no hacen falta los acostumbrados ricachones y los necesitados pobretones cuyo único escape de su idiotez es buscar razones inhospitas para vivir.
Algunas tantas demasiado patéticas y sin sentido que se adoptan entre los menos letrados de todos.
De mis favoritos es y siempre será el pensamiento del libre ecologista, ese altruista verde que busca la paz natural alrededor de todos nosotros, cuando eso realmente no existe.
Hay que divertirse con esos muchachos, ingenuos y poco racionales (quizá por el efecto de la marihuana y una Björk a todo volumen que no tiene nada que ver con el tema). Hay que divertirse con su idea de hacer de este mundo mejor, cuando no es posible por muchas razones.
Porque para empezar, me parece curioso ese pensamiento de amor al prójimo de los vegetarianos; cuidar a los animales con la idea supuestamente sana de que todo ser vivo tiene derecho a vivir.
Lo que me parece mas curioso es el hecho de que las plantas son seres vivos tambien, y aunque muchos se quejen de que una manzana, una lechuga y unos nopales no son escencialmente seres vivos me gustaría mucho arrancarles los dedos de las manos o de los pies.
No están vivos, no se preocupen. Igual podemos ir empezando a entrenar leones, tiburones y lobos para que se vuelvan vegetarianos.
Seguramente las ensaladas césar les han de fascinar (sobretodo a los leones).
Y luego tenemos a esos sujetos que se aterran a la idea del calentamiento global cuando hay hechos y estudios realizados de que la Tierra sufre constantemente de cambios naturales, por etapas, por epocas, un tiempo climatico ciclico si así lo prefieren.
Lo que pasa es que ahora la gente es mas dramatica y tienen ganas de un fin del mundo.
Y me divierte como es que le aplauden a empresas, artistas y grupos sociales que asumen una posicion ecologíca disque para proteger el medio ambiente (pero señores, ya lo saben, a ellos les importa tanto como a mí, un sorbete; todo esto es un modo de promocionarse en estos años de moda verde).
Porque eso es, una moda, otro status social arraigado por la idea de seducir mujeres idiotas que piensan que cuidar el planeta es cuestión de celebración y medalla en pecho. O esas mujeres que toman el ecologismo por el hecho de expresar de nuevo su inconformidad para con el sexo masculino.
Aunque todos se aprovechen de ella una vez que tocan la primera linea de coca.
Son pocos los realmente atados al compromiso por el medio ambiente, pero es gente ilógica e irracional que no entiende que no va a hacer nada contra el verdadero Dios de este mundo: el dinero.
Cuestión que curiosamente ellos mismos necesitan para sus fines burocraticos disimulados.
No digo que no deteste la idea de ver sufrir a una animal (nada mas los animales, para mi la gente no me interesa si se hace pedazos) pero a nadie le importa nadie que no sea uno mismo, su familia o gente cercana.
Ver morir a niños por la toxicidad de un río, o ver a un par de focas asesinadas directamente para la lente de la camara no es cuestión de altruismo ecológico, es cuestion de morbo.
Un morbo que, después de unos diez minutos, nos va a importar un carajo.
C'est la vie.
Salud.
PD: Mando al Diablo a quien me compita lo contrario. Es mi Delirium Tremens, despues de todo.
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