viernes, 15 de mayo de 2009
Crónicas de un fracasado
Yo ya no le escribo versos y sonatas a mujeres de las cual enamorarse.
No es que sea yo un misógino arrogante, pero considero que ser un literato y estár enamorado es ser un asesino, razón obvia por la cual estoy seguro se rompieron a pedazos los besos a Patricia o los sueños despiertos de Victoria.
Aún no le encuentro una explicación lógica para tal fenómeno, pero tengo algunas teorías que me dicen que escribir pensando en aquella o la otra, a su tiempo, arrebata toda esa obsesion y amorío y la tatua sobre el papel.
Algo demasiado vampírico, se podría decir. Algo demasiado sangre negra derramarse en el blanco y alimentarse del constante A Patricia, A Victoria, A ella...
Es una maldición, seguramente. Una que otra forma de buscar humillarme en un insulto (porque tengo de esceptico lo que tengo de literato, por lo que creo que la fantasía me tiene un rencorsillo hecho escupitajo en el rostro) por los miles de corazones rotos.
Míos, tuyos, nuestros.
Sin embargo, escribirle a una mujer puede ser la mejor manera de salvarla, ahora lo sé. Escribirle a una mujer es poner todo el corazón bucanero a bordo, al naufragio, a que llege a sus manos y ese amor, y esa obsesion, y ese mensaje en la botella del mar a la mar, que sea el unico literato enamorado que ha sido asesinado.
Es mejor para ella que lo diga.
Es un salvavidas que este mensaje tenga su nombre.
Salud.
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1 comentario:
Escribes raro >_>
xD
Bueno termine de leer luego de charlar un rato con ustedes, creo que podran pasar a mi nuevo msn despues de todo (??) Ja!
En fin, larga vida al sombre y prosperidad en su nueva casi relacion xD
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